Factores que afectaron el rendimiento y la calidad del grano de maíz durante el ciclo otoño-invierno 2019-2020, en el norte de Tamaulipas

INTRODUCCIÓN

El maíz es el cereal de mayor adaptación en el mundo. En México se cultiva en todos los estados de la República. A pesar de su gran área de adaptación, la producción del grano se ve seriamente afectada en cantidad y calidad por ambientes desfavorables de clima, manejo, insectos, enfermedades, maleza y tipo de suelo (Shaw, 1988; Ortega et al., 2013).

El cultivo de maíz ocupa el segundo lugar en importancia en el norte de Tamaulipas. En los ciclos otoño-invierno (O-I) 2016-2019, en promedio, se cosecharon anualmente 123 mil hectáreas de maíz de grano blanco y amarillo, obteniéndose una producción de 781 mil toneladas con un rendimiento medio de 6.4 t ha-1 (SIAP, 2019). En este ciclo agrícola es frecuente la presencia de factores bióticos y abióticos desfavorables para el cultivo, afectando severamente su rendimiento y calidad del grano, que en ocasiones resulta no apto para consumo humano por su alto contenido de aflatoxinas. Durante el ciclo agrícola O-I 2019-2020 se presentaron condiciones de precipitación, temperatura, vientos y plagas, que afectaron negativamente al cultivo, por lo que diversos organismos y productores solicitaron al INIFAP-Campo Experimental Río Bravo (CERIB) una opinión técnica sobre tal situación. Por lo anterior, el objetivo de este documento es realizar un diagnóstico de las causas que afectaron el rendimiento y la calidad de grano del maíz en el norte de Tamaulipas.

METODOLOGÍA

Para determinar las probables causas que afectaron el rendimiento y la calidad de grano del maíz se recurrió a: 1) La revisión de los registros climáticos de temperatura del 20 de abril al 10 de junio de 1988-1994 (Rodríguez et al., 1995), 2) Visitas y toma de datos a ensayos de maíz establecidos en lotes de productores cooperantes en Díaz Ordaz, Río
Bravo, Tamaulipas y a los ensayos sembrados en el CERIB, 3) Pláticas y entrevistas con productores y asesores técnicos y 4) Consulta de literatura e información de ensayos establecidos en años anteriores.

DIAGNÓSTICO

Los factores que se tomaron en cuenta para realizar este diagnóstico fueron: temperatura, viento, precipitación pluvial, plagas y enfermedades, los que a continuación se describen.

Temperatura. La temperatura tiene un papel fundamental en el desarrollo, crecimiento y rendimiento en el cultivo de maíz (Agroconsultas Online, 2015; Noriega, et al., 2011). En la Figura 1, se muestran las temperaturas de máximas y mínimas registradas en la región, puede verse en la etapa vegetativa de la planta (del día 20 al 102), el cultivo estuvo sometido a cambios bruscos de temperatura en períodos muy cortos, de un día para otro, lo cual pudo causar trastornos fisiológicos a la planta, afectando su crecimiento y desarrollo (Arista-Cortes et al., 2018).

Figura 1. Temperaturas registradas del 1° de enero al 11 de junio de 2020, en el sur de Texas y norte de Tamaulipas. (Fuente: Weather Channel-Weslaco, Texas).

El 27 de febrero se registraron en algunas áreas de la región, temperaturas muy cercanas al punto de congelación (3 ° C), acompañadas con fuertes vientos secos del norte, causando daño y pérdida de follaje en las plantas de maíz, siendo las más afectadas las sembradas a mediados de enero, ya que éstas se encontraban en las etapas de V5 a V6 (Figura 2). La pérdida de follaje y el trastorno fisiológico por esta baja de temperatura pudieron causar un impacto negativo en el cultivo (Pioneer; Nielsen, 2019).

Figura 2. Daño por bajas temperaturas en un predio de Valle Hermoso, Tamaulipas. (Foto cortesía: M.C. Rosendo Hernández Martínez).

La etapa reproductiva del cultivo, que comprende de floración, llenado de grano y madurez fisiológica, se presentó alrededor del 20 de abril al 10 de junio, cuando la planta se encontraba en su máxima actividad fotosintética, las temperaturas promedio de máximas y mínimas de este período fueron de 33.5 y 23.1 °C, respectivamente, las que están por arriba de las óptimas para el maíz, entre 21 y 32 ° C, (Shaw, 1988). En esta región del estado, se ha encontrado que la temperatura mínima (nocturna) promedio que se puede alcanzar en el período del 20 de abril al 10 de junio es de 22 ° C, a medida que la temperatura se incrementa se abate el rendimiento, en algunos caso puede llegar hasta el 20 %, como ocurrió en 1989 (Reyes, 1990).

Las temperaturas nocturnas, las de mayor efecto negativo en el rendimiento, ocasionan que se acortela etapa reproductiva del maíz, ya que la planta tiene menos tiempo para el llenado de grano (Jeschke et al., 2018). El cultivo consumió mayor energía en la respiración, dando como resultado un menor número de granos y un menor peso específico del mismo. Las fechas de siembra más afectadas por las altas temperaturas son las realizadas después del 10 de febrero, cercanas al cierre de la fecha de siembra, así como también las realizadas fuera del período autorizado, el cual comprende del 20 de enero al 15 de febrero (Cantú et al., 2010).

En el norte de Tamaulipas son frecuentes los años en los que se registran temperaturas diurnas y nocturnas por arriba de las óptimas para el cultivo de maíz en la época reproductiva, lo que impide que en esta región se alcancen rendimientos superiores a 12 t ha1, como los registrados en Sinaloa y Guanajuato (Reyes y García, 1996).

Viento. En la primera decena de mayo, cuando la mayoría de las siembras de maíz se encontraban en el llenado de grano, se presentaron fuertes vientos (de más de 70 km por hora), acompañados de lluvia, ocasionando severo daño de acame, principalmente en la región ribereña (Figura 3).

Figura 3. Severo daño de acame observado en un lote del municipio de Díaz Ordaz, Tam.

El daño fue mayor en predios que les brindaban el riego de auxilio o bien, recién regados. El daño de acame que sufrió el cultivo, la humedad y las temperaturas cálidas, favorecieron el desarrollo de la maleza dificultando la cosecha como puede verse en la Figura 4. Además, el ambiente en el que estaban las mazorcas fue propicio para que fueran severamente dañadas por hongos, insectos y roedores (Figura 5).

Precipitación. En los meses de febrero a abril, se registraron precipitaciones escasas y aisladas en la región, por lo que el cultivo no recibió agua adicional a la de los riegos. Aquellos predios a los que no se les aplicó en número y oportunidad los riegos de auxilio sufrieron estrés de sequía. A finales de marzo y durante la primera quincena de abril, es importante que el cultivo no sufra estrés de sequía ya que es cuando la planta de maíz (etapa vegetativa de V6-V8), determina el número de hileras de grano de la mazorca que formará (Castellanos et al., 2019; Strachan, 2004). En el Distrito de Riego de Control, en el ciclo O-I 2019-2020 se tuvieron limitaciones de agua para riego, por lo que es posible que en algunos lotes no se les proporcionaran los tres riegos de auxilio, así como en el momento oportuno que lo requirió el cultivo.

Plagas y enfermedades. Las condiciones de temperaturas altas y sequía, favorecieron una alta incidencia de plagas de la mazorca como son los gusanos cogollero (Spodoptora frugiperda, Lepidoptera: Noctuidae) y elotero (Helicoverpa zea). Está demostrado que estos insectos causan severos daños a la mazorca y facilitan la entrada de hongos (Cantú et al., 2010; Rodríguez et al., 2010). Los lotes más afectados fueron los establecidos al cierre de la época de siembra autorizada, 15 de febrero. Su elevada presencia dificultó su control (Figura 6).

Figura 6. Alta infestación de larvas y pupas de cogollero en un lote sembrado el 14 de febrero. Cortesía: Dr. Enrique Rosales Robles.

El daño provocado por los insectos a las hojas de la mazorca (totomoxtle) y la lluvia registradas a fines de mayo y la primera quincena de junio (93.5 mm), al acercarse el cultivo a la madurez, alcanzaron a la mazorca, favoreciendo pudriciones del grano causadas por hongos, principalmente del género Fusarium y en menor grado, Aspergillus y Penicillium (Figura 7).

Figura 7. Daños causados por larvas de cogollero y elotero así como por hongos en un lote sembrado el 14 de febrero.
CONCLUSIÓN

Son varios los factores que abatieron el rendimiento de grano de maíz, siendo probablemente el de mayor impacto el de las altas temperaturas nocturnas observadas durante el período del llenado de grano, pues estas se registraron en toda la región norte de Tamaulipas. Los daños ocasionados por vientos, lluvia, insectos, enfermedades, malezas, bajas temperaturas, fechas de siembra tardías y dificultad en la cosecha por acame, así como la aplicación en el número y oportunidad de los riegos de auxilio fueron en algunas áreas, por lo que los grados de afectación del rendimiento de los lotes, son variables y difíciles de cuantificar, ya que dependen de su ubicación y manejo agronómico recibido.

Por otro lado, los resultados de los ensayos de rendimiento establecidos en este ciclo agrícola concuerdan con los trabajos reportados por Cantú et al., 2010; Reyes y García, 1996 y Rodríguez et al., 1995, es decir, las siembras menos afectadas en rendimiento y calidad del grano por factores bióticos y abióticos, fueron aquellas que aplicaron en forma oportuna el paquete tecnológico recomendado por el INIFAP, (INIFAP, 2017), por lo que se sugiere aplicar en tiempo y forma esta tecnología.